Testamento político de
Franco
“Españoles: Al llegar para mí la
hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante su inapelable juicio,
pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues quise vivir y morir como
católico. En el nombre de Cristo me honro, y ha sido mi voluntad constante, ser
hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir.
Pido
perdón a todos de todo corazón, perdono a cuantos se declararon mis enemigos sin
que yo los tuviera como tales. Creo y deseo no haber tenido otros que aquellos
que lo fueron de España, a la que amo hasta el último momento y a la que prometí
servir hasta el último aliento de mi vida que ya sé
próximo.
Quiero
agradecer a cuantos han colaborado con entusiasmo, entrega y abnegación en la
gran empresa de hacer una España unida, grande y libre. Por el amor que siento
por nuestra Patria, os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que
rodeéis al futuro Rey de España, Don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y
lealtad que a mí me habéis brindado y le
prestéis, en todo momento el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he
tenido.
No
olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta.
Velad también vosotros y deponed, frente a los supremos intereses de la Patria y
del pueblo español, toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social
y la cultura para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial
objetivo. Mantened al unidad de las tierras de España exaltando la rica
multiplicidad de las regiones como fuente de fortaleza en la unidad de la
Patria.
Quisiera,
en mi último momento unir los nombre de Dios y de España y abrazaros a todos
para gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte: ¡Arriba
España! ¡Viva España!.
me parto... pero me parto y me descojono de leer esto.
ResponderEliminarHijo puta el paquito este...
una solida argumentación, con razonamientos profundos e intelectualmente impecable, enfín a la altura de tu segundo apellido. Idiota.
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