miércoles, 30 de mayo de 2012

REBAÑO

                       Dice Nuestro Señor en el Evangelio (Mt 25, 14-30) que cada uno tiene que hacer fructificar los talentos que le son entregados. Al que tiene más se le exige también más. Es lo lógico y la parábola es clara.
                       En nuestra sociedad, en nuestro mundo, en esta época que nos toca vivir los que más talentos tienen son los que nos tienen que guiar, los pastores del rebaño. Los que nos tienen que formar y educar también. Los medios de comunicación también juegan un papel importante. A todos estos se les exigirá más, mucho más. Tienen la responsabilidad de muchas almas en sus manos.
                       Viendo el estado actual del mundo es muy evidente que los anteriormente citados no están haciendo fructificar sus talentos. Hoy estamos, espiritualmente hablando, mucho peor que hace un siglo. Y de esta circunstancia tendrán que dar cuentas primero en el Juicio Particular cuando mueran, y despues en el Juicio Final el día de la Resurrección de la carne. No sé si son conscientes de lo que se juegan. Debieran darse cuenta de lo que han recibido y, por tanto, de lo que han de transmitir. Le dice San Pablo a Timoteo: "¡Oh Timoteo!, guarda el depósito a tí confiado, evitando las vanidades impías y las contradicciones de la falsa ciencia, que algunos profesan extraviándose de la fé. La gracia sea con vosotros" (1Tim,6 20). Tampoco se les pide tanto: guardar y transmitir lo que te han entregado. No tienes que inventar, ni repensar, ni crear, sólo conservar y transmitir. Sencillísimo. Más claro, agua. QUE DIOS OS BENDIGA.

                       

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