miércoles, 26 de septiembre de 2012

CATALUÑA

                              Nací en Barcelona y he vivido allí mis 30 primeros años. Osea que soy catalán, sin discusión. Me marché en cuanto surgió la oportunidad porque no quería que mis hijos estudiaran únicamente en catalán y les adoctrinaran en el nacionalismo. Hablo del año 1997, hace quince años.
                              En los últimos 80 y primeros 90 un grupo de catalanes patriotas nos organizamos, aprovechando nuestra juventud y temeridad, para plantar cara en la calle a lo que ya se empezaba a desarrollar: el independentismo. Todos los fines de semana sacábamos la bandera española a pasear en una ruta que ya teníamos casi fija. Íbamos en coche y recorríamos toda Barcelona. Para nosotros eso era algo normal, algo lógico, pues estábamos en España.
                              También nos contramanifestábamos ante cualquier mínimo intento de los separatistas de hacer ruido o dar señales de vida. Tuvimos varias "actuaciones" bastante exitosas a ese respecto. Humildemente creo que se llegó a notar nuestra presencia, pues aunque pocos fuimos muy activos, y por todas las zonas de la ciudad. Tuvimos buenas relaciones con FEJONS, con la OJE y con las Brigadas Blanquiazules del Español. Estos grupos diferentes y diversos también se movilizaban frecuentemente y con cualquier excusa, si bien unos más que otros.
                              Por aquellos años NADIE nos protegió, NADIE nos apoyó, NADIE nos comprendió, NADIE nos excusó, NADIE nos justificó. Éramos unos fachas, unos exaltados, unos retrógrados, unos exagerados. Lo mismo le había ocurrido a "El Alcázar", pero todo lo que quedó escrito se ha ido cumpliendo. Ahora seguro que muchos se sonrojarán viendo lo que hace 20, 25, 30 años ya muchos ecribieron y pronosticaron.
                              Viene toda esta pequeña historia personal a cuenta de lo que está ocurriendo. Ya no es hora ni de manifestaciones, ni de declaraciones. Cuando esta situación era incipiente y, por lo tanto, tenía solución ya aporté lo mejor que tenía: juventud, tiempo y corazón. Ahora es mejor que todo caiga. Que los tibios caigan. Que los timoratos caigan. Que los mediocres caigan. Que los que miraron para otro lado caigan. Que los poligoneros, muy españoles pero siempre de fiesta, caigan. Desescombro, limpieza, borrón y cuenta nueva. Cada cual que asuma su responsabilidad. DIOS os bendiga. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario