jueves, 27 de septiembre de 2012

GAZMOÑO

                    ¿Es responsable quien designa de lo que haga su ssucesor?  Yo personalmente creo que no. No hay dos personas exactamente iguales y además existe el libre albedrío, por el cual cada uno actúa y se comporta en esta vida como elige. Claro que no todos los designios o elecciones de sucesor ocurren de la misma manera y bajo las mismas circunstancias. Ni tampoco es igual lo que pretende el que elige.
                    Cuando Aznar designó su sucesor a Mariasno Rajao ¿buscaba lo mejor para España? No. Buscaba lo mejor para él y para el partido. Aún así él no es responsable de las actuaciones posteriores de Rajao, puesto que éste obra libremente y toma las decisiones que voluntariamente escoge. Aznar sólo es responsable de haber escogido un gazmoño para futuro presidente.
                     Cuando Francisco Franco nombró a Juan Carlos de Borbón sucesor a título de Rey, lo hizo creyendo que era lo mejor para España. Tuvo en cuenta la formación del, por entonces, Príncipe pues la había supervisado él personalmente. Tuvo en cuenta la Historia puesto que esa designación garantizaba la continuidad dinástica. Tuvo en cuenta los sentimientos del pueblo español pues sabía que si juraba los principios emanados del 18 de julio y él lo recomendaba todos los estamentos sociales le seguirían. Ahora bien ¿qué culpa tiene Franco que el Bobón cometiera perjurio con su cuerpo aún caliente? ¿qué culpa tiene Franco que el Bobón eligiera libremente, una vez desaparecido su padre espiritual, la golfería y la sinvergonzonería como modus vivendi? ¿y qué culpa tiene Franco de que al Bobón le importe un bledo lo que ocurra en y con España?
                     Quiero referirme, por último, a una sucesión muy significativa en la Tradición y muy de actualidad. Cuando Mn. Lefebvre eligió a Mn. Fellay lo hizo despues de considerarlo en la presencia de DIOS. Creyó que era lo mejor para la FSSPX, para la Iglesia y para la operación supervivencia de la Tradición. Era una persona de toda su confianza y del que nunca debió tener dudas. Por eso no es responsable el Arzobispo de lo que despues haya hecho, actuando libremente, Fellay. Éste obra según cree, en conciencia, que es lo mejor. Lo único que no comprendo es como pueden esas actuaciones libremente ejercidas ser tan contrarias en espíritu y en hecho a lo que siempre predicó y enseñó su predecesor. Aún así nunca Mn. Lefebvre será responsable de lo que haga Mn. Fellay. DIOS os bendiga.

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